Conexión, desconexión y reconexión interpersonal
(Resolución de conflictos)
Hay dos tendencias en el ser humano: hacia la conexión y hacia la desconexión. Estar conectados con las demás nos permite funcionar y trabajar mejor en equipo. Lo que nos lleva hacia la desconexión es cuando nos sentimos lastimadas,o cuando tenemos miedo de sentirnos lastimadas.
Juan Carlos Acuña nos comparte un modelo de comunicación NoViolenta y Pathwork para la resolución de conflictos dentro de nuestros movimientos.
Lo que obstaculiza la reconexión casi siempre tiene su raíz en el orgullo, el voluntarismo y/o el miedo. Así, casi siempre que nos desconectamos de alguien, tendremos internamente ambas tendencias: a mantenernos desconectados y a reconectarnos. Es importante reconocer ambas tendencias/actitudes en nuestro interior para saber que podemos elegir una o la otra.
Cuando hay una desconexión en una o más integrantes de un equipo (sistema), hay una repercusión en todo el equipo. Por eso además de la responsabilidad de la persona o personas desconectadas, todas las integrantes tienen la responsabilidad “política” de cuidar que se busque la reconexión.
El modelo de comunicación no violenta es una visión y herramienta que nos ayuda a reconectarnos.
Modelo para reconectarnos interpersonalmente
Inspirado en el modelo de CNV y en el Pathwork
Este modelo lo usamos cuando hay un conflicto entre dos o más personas. El conflicto entendido como una desconexión de la otra persona porque una o las dos partes se sintieron lastimadas.
Antes de hablar con la otra persona para reconectarme, tengo que procesar internamente lo que pasó. Al principio y en situaciones más complejas es necesario hacer este procesamiento con otra persona que nos ayude a ser objetivos y a ver nuestros puntos ciegos.
1. Describirme el hecho objetivamente (ver hoja anexa sobre las características de una descripción objetiva de un hecho).
Ejemplo objetivo: “estaba comiendo con mi hijo en un restaurante y cada cierto tiempo (entre 5 y 10 minutos) revisaba su whatsapp y respondía los mensajes”.
Ejemplo no objetivo: “cada vez que como con mi hijo se la pasa revisando su celular”; “el otro día que comí o mi hijo se la pasó revisando su celular sin importarle lo que estábamos platicando, faltándome el respeto”.
2. Reconocer mi interpretación del hecho, separarla del hecho.
Ej. “Mi hijo no me respeta cuando platicamos”; “mi hijo está enojado conmigo”; “ya no le importo a mi hijo”; “mi hijo es un maleducado”.
3. Reconocer la emoción que despertó en mí el evento.
Ejemplo de una emoción: “me sentí enojado”; “me sentí impotente”; me sentí triste”
Ejemplo de una no-emoción: “me sentí abandonado”; “sentí que no le importaba”; “me hizo sentir que ya no quería platicar con él”.
4. Preguntarnos qué es lo que provocó nuestra emoción: el hecho en sí, o nuestra interpretación de él.
Ej. “Lo que me enojó no fue el hecho de que estuviera revisando su whatsapp, sino el pensar que no le importa lo que platicamos, y más que eso, que yo ya no le importo”; lo que me enojó fue pensar que no me respeta”.
5. Reconocer si nos faltó poner un límite, o hacer una petición o si estábamos demandando algo y como eso influyó en la reacción de la otra persona.
Ej. “me doy cuenta que no me atreví a pedirle que dejara de estar revisando su celular y a lo mejor él ni se dio cuenta que eso me incomodaba”; “me doy cuenta que cuando le dije que por favor me pusiera atención, lo hice desde el enojo y demandándole que me hiciera caso, y eso lógicamente lo molestó a él”;
6. Reconocer cual era mi necesidad. Es importante diferenciar las necesidades de las estrategias
Ej. “Sentirme escuchado”; “conectar con mi hijo”;
Ejemplo de una no-necesidad (estrategia): “saber lo que mi hijo está experimentando en su vida”; “platicar con mi hijo”
7. Reconocer si yo me estoy atendiendo esa necesidad en ese momento y en mi vida en general.
Generalmente si no atendemos nosotros mismos esa necesidad, invitamos a los demás a no atenderla, o les demandamos que nos la atiendan y en la demanda alejamos esa posibilidad.
8. Relacionar mi necesidad no atendida con mi herida infantil.
Lo que sentimos que nos hizo falta de pequeñas, inconsciente o conscientemente, se lo vamos a demandar a los demás. Nos quedamos con sed de que nos amaran de esa manera en particular. No queremos volver a tocar el dolor. Para poder reconectarnos, necesitamos tocar el dolor, sin responsabilizar al otro de nuestro dolor.
8.b Experimentar la emoción presente y de entonces (cuando nos hirieron). Soltar las historias.
9. Reconocer cual podría haber sido la necesidad de la otra persona.
Este modelo parte de que cuando hay una conexión con la otra persona, nos importa apoyarle para que atienda sus necesidades, es una forma de amor. Entonces tenemos que partir de que la otra persona nos quiere y quiere apoyarnos a atender nuestra necesidad. Entonces si no la atendió, por qué sería: ¿no supo cuál era mi necesidad? ¿Estaba atendiendo su propia necesidad? ¿Se sintió demandado y desde su enojo se desconectó de mi necesidad?
10. Ofrecer una disculpa si es necesario.
Generalmente cuando nos desconectamos de alguien porque nos sentimos lastimadas, nos desquitamos de alguna manera, a veces de maneras muy sutiles. Una forma de desquitarse, es dejando de dar amor de alguna forma. Tanto el agredir así como el omitir el amor, son formas de infringir dolo en la otra persona.
11. Si es pertinente, hacerle una petición y ofrecer algo.
Desde la consciencia de que una relación está basada en el dar y recibir, podemos pedirle algo a la otra persona que nos ayude a atender nuestra necesidad y ofrecerle algo para contribuir a atender su necesidad. Es importante que la petición no sea una demanda, y que sea específica.
12. Revisar desde la intuición si se reestableció la conexión. Si no, revisar donde todavía me siento lastimada y volver a hacer el procedimiento y ver donde me estoy atorando.
Ejercicio. Concientización de necesidades y emociones
Ponerse en parejas y decirse las siguientes frases por turnos.
- Yo tengo mis necesidades, tú tienes tus necesidades y son igual de valiosas
- Tengo derecho a pedirte y tú tienes derecho a no dármelo
- Tengo derecho a ponerte límites y tú tienes derecho a enojarte, pero no a violentarme.
- Mi enojo tienes más que ver conmigo que contigo